Después del subidón del sábado anterior, tras completar la vía «Balcones de Anayet», nos apetecía seguir apretando este sábado. Así que nos vamos a Morata, esta vez con una nueva integrante, Sofía. Parece que a los “runners” también les llama la atención esto de trepar.
Comenzamos con “El engendro metálico” (V+) y bueno, reposando, la termino. No está bien, pero no está del todo mal. Hace lo propio Marcos, y Sofía que, a pesar de alguna trampilla, está más fuerte de lo que se pensaba.
Vamos motivados, así que nos dirigimos unos metros a la derecha, para darle a “Boulding” (V+/6a).
Yo no tengo ni idea de grados, pero siempre que paso por Morata me doy de leches con la realidad. O no progreso, o se me da muy mal la placa de Morata, o soy más torpe de lo que pensaba. El caso es que me quedo a una chapa de llegar; no le veo futuro a terminar la vía y, desmotivado, voy al suelo para que superMarcos la acabe.
En el mismo sector nos vamos a “Olga”, una vía de dos largos, así damos repaso a lo aprendido en el curso de paredes. Parece que Sofía disfruta, así que cuando llegamos al suelo se anima a intentar subir de primero. ¡Ya puede decir, con fundamento, que ha escalado de verdad!
Quiero quitarme el mal sabor de boca. Intento una última vía antes de irnos a casa. Se ve bastante pulida, y así fue. A la altura de la segunda chapa mi pie izquierdo decide que ahí no se encuentra bien, que quiere caer, y yo con él. Tengo la cuerda en mal lugar y eso significa que me quedo bocabajo, una posición muy cómoda. No hay golpe en la cabeza, pero mi tobillo izquierdo se queja, así que habrá que escucharle.
Nos vamos a casa. ¿Desmotivado? Tonterías. Seguiremos entrenando.
«El verdadero perdedor no es aquél que no gana. El verdadero perdedor es aquél que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta.»
¡Pura vida!