Los frontales apuntan a la nieve fresca caída durante toda la noche. Hace viento y frío, pero las condiciones permiten intentarlo.
Siguiendo los pasos de nuestro guía, comenzamos a adelantar al resto de grupos que han salido antes que nosotros. En apenas diez minutos nos situamos al frente la marabunta de personas que pretenden hollar la cumbre más alta del norte de África, el Toubkal, en la impresionante y sorprendente cordillera del Atlas.
En la aproximación al refugio francés el día anterior a cima, el guía decidió que la mejor opción para salvar los mil quinientos metros de desnivel positivo que nos separaban de punto a punto, era hacerlo lo antes posible. Seguir leyendo «Memorias del Toubkal, a 4170 metros.»