Pico Sacroux (2.676m) || Valle de Benasque – Llanos Hospital

Veintidós días de inactividad por un pequeño episodio en el que tuve que pasar por «chapa y pintura» finalizan con la primera salida de esquí de montaña de esta temporada. Las condiciones están lejos de ser ideales. Las nevadas del puente de la Constitución han dado paso a un eterno anticiclón con altas temperaturas. Y cuando ha caído algo, lo ha hecho en forma de lluvia, llevándose la poca nieve que tenemos. Una de las zonas que se salva en el valle es la parte norte en Llanos del Hospital, y para allí que vamos.

Seguimos el camino de la ruta de verano hasta salir del bosque donde ponemos esquís. Siempre es mejor poder calzar lo antes posible, pero en este caso y conociendo como es la subida-bajada por el bosque de Gorgutes, no nos importa «perdonar» esos metros para salvar un posible choque contra un pino.

Dirección a la Montañeta, con su corredor Oeste todavía a la sombra y tras pasar el ibón de la Solana, giramos a nuestra izquierda para buscar la cabecera del ibón de Gorgutes, el cual bordeamos dejándolo a la izquierda hasta entrar en el amable valle que nos planta debajo de la pala de nuestro objetivo.

No nos hemos cruzado con nadie, brilla el sol, la nieve tiene buena pinta y el sitio es espectacular. Merece la pena hacer el esfuerzo y ganar los metros que quedan para contemplar las vistas desde arriba.

Cuando la pendiente se acentúa, pasamos a crampones, y ascendemos en escalera pegados a la pared de roca de la izquierda. Una vez en el collado, dejamos la mochila y los esquís para recorrer los apenas veinte metros que nos separan del punto más alto.

Desde el mismo collado, emprendemos el descenso sobre nuestras tablas, puesto que la nieve ha transformado y, aunque nuestra técnica es reducida, conseguimos bajar dignamente los primeros metros más inclinados. A partir de ahí, la bajada se convierte en una delicia, trazando una circular hacia la derecha y así evitar remar el tramo del ibón de la Solana, hasta alcanzar de nuevo la entrada del bosque, a unos 2000 metros de altura.

Aunque nuestra intención era visitar algún que otro pico en diferentes zonas, la nieve escasea y al día siguiente nos aseguramos calzar desde el coche subiendo al Ampriu y foqueando por pistas. Hay muy poca gente, por lo que conseguimos disfrutar, a pesar de que estar entre balizas y postes no es nuestra pasión.

La temporada de esquí ha empezado para mí, pero las condiciones son más propias de primavera, y yo todavía sigo teniendo la escalada en la cabeza, así que no tengo más remedio que volver a mis queridos pies de gato. Prefiero hacer una salida digna, que cinco mediocres. Aunque, sea lo que sea, la peor de las excursiones suele ser quedarse en casa.

Nos leemos en la próxima, hasta entonces ya sabéis: Nieve, y pura vida.

David.

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